5:00 p.m InterComEs Barcelona
Entré por la puerta grande de InterComEs. Por suerte para mi, las medidas de seguridad se basaban en un guardia y una recepcionista, la cual, ya había cambiado su cara por un flamante sonrisa digna de los protocolos de su empresa.
Ella era mi primer objetivo, como bien decía Kevin D. Mitnick y yo había repetido hasta la saciedad en mi blog, la ingeniería social se basaba en cuatro puntos elementales:
- Todos queremos ayudar
- El primer movimiento es siempre de confianza hacia el otro
- No nos gusta decir que no
- A todos nos gusta que nos alaben
- Hola, soy Albert de la empresa StateX. Tu debes ser Elsa ¿No? - dije igualándole la sonrisa y extendiendo mi mano para darle mi mas cordial saludo y haciendo hincapié para que notara que me había fijado en la acreditación que llevaba. Si, lo de fijarse en las acreditaciones es un truco que está muy visto, pero sigue funcionando.
- Si, has acertado. jajajaja ... Bueno ¿que querías Albert? - dijo dejando caer una leve carcajada. Eso estaba bien ya había conseguido crear un ambiente distendido y próximo a ella. Era el momento de intentar lanzar la "patata".
- Necesitaría poder hablar con el señor Alejandro, es algo importante.- dije con una sonrisa e intentando omitir cualquier resto de indicio que hiciera dudar que no tenia hora de reunion.
- Lo he visto subir hace un momento, déjame confirmar la hora de tu reunión. ¿A que hora la tenias? - dijo empezando a mirar lo que supongo que será la base de datos.
- No, acabo de llegar de Madrid y necesito hablar con Alejandro urgentemente. No hemos tenido tiempo de concretar hora - dije intentando sonar lo mas coherente posible aunque improvisar nunca hubiera sido lo mio.
- Ya, Albert Pero no yo no puedo hacer eso ... - dijo Elsa no muy convencida de querer darme el no por respuesta.
- Por favor Elsa, necesito tener esa reunión .... si no mi jefe me hará realizar el harakiri delante de todos mis compañeros de la oficina. - dije mostrando un todo bastante cercano a la preocupación o a la pena y siguiendo tuteándola para no abandonar esa cercanía que ya había conseguido.
- De acuerdo, pero si te pregunta Alejandro has pasado sin que yo te viera.- dijo sonando preocupada y convirtiendo la sonrisa en un mueca.
- No te preocupes, no se enterará- dije con una sonrisa de par en par. Ha colado.
5:15 p.m InterComEs Barcelona
Antes de sentarme en la sala de espera que me había indicado Elsa, decidí dar un vistazo por la compañía Cual fue mi sorpresa que mirando de reojo Gisela me viera. Se asustó un poco a ver mi presencia, después del primer impacto ya supuso que hacia yo allí y volvió a su trabajo ahora un poco mas preparada por lo que pudiera pasar.
Me planté en la sala de espera, no vi ninguna indicación de prohibido fumar. Así que, encendí un cigarro era el ultimo del paquete. En cuanto di mi primera calada un hombre moreno de una cabeza mas grande que yo y con algunos años mas a cuestas, apareció por el pasillo.
- Hola, el Señor Albert supongo - dijo el hombre con una carpeta de color marrón en el brazo izquierdo y extendiéndome la mano derecha como muestra de buena voluntad.
- Supone bien y usted tiene que ser el señor Alejandro - dije dándole la mano y manteniendo una sonrisa a media asta dividida entre las ganas de verlo entre rejas y la alegría de haber encontrado al detonante de todo este caso.
- Así es, Pase por aquí y lamento el retraso. No me he dado cuenta de que tenia una reunión programada hasta ahora. Ha sido como si hubiera aparecido por arte de magia.- dijo realmente extrañado por ese hecho. Lo cual no me beneficiaba nada que sospechara nada, a saber la sorpresa que podría encontrarme en la sala de reuniones.
Realmente, Elsa, estaba sobre-capacitada para ese puesto, apunte mentalmente hablar con mis colegas para ofrecerle un sitio digno una vez haya acabado esto. Total cada día teníamos mas trabajo y alguien que maneje bases de datos con tanta pulcritud me vendría muy bien para que ayudara a Laura con todo su papeleo.
5:45 p.m InterComEs Barcelona
Ya estábamos en la sala de reuniones, sin ninguna sorpresa y sin que Alejandro tuviera ganas de salir corriendo. Mire a mi alrededor y sople aliviado por la ausencia de cámaras, cerré los ojos y abrí mi maletín encima de la mesa de reuniones. Saqué un dossier de color gris, me puse de pie y lo revisé bajo la sorpresa de Alejandro, el cual, ya se había sentado para escucharme.
- Señor Alejandro me ha llegado información y tengo la certeza de que esta involucrado en algo como mínimo curioso. - Dije enseñándole una copia del documento de los Zulos.
Alejandro no supo que decir, el sudor frió era patente en su cuello y en su frente. Estaba entre espada y la pared y el lo sabia.
- ¿Quien es usted? ¿Quien le ha dado esta información? ¿Es una broma? - dijo bastante nervioso. Así que deje caer la siguiente bomba.
- Usted era el usuario de la maquina, PC_Bit y manipulo ese documento en su horario de trabajo. - dije poniendo el papel y las dos manos sobre la mesa ejerciendo mas presión sobre Alejandro.
El golpe en la mesa hizo que todo el despacho se girara a contemplar la escena, lo cual, puso al sospechoso en las mas cruda evidencia y haciendo que su color de piel tomara un tono rojizo. Justo en ese momento note mi la vibración de mi smartphone, mire la pantalla e interrumpí a Alejandro el cual se había levantado pasando olímpicamente.
- Hola Angel, dime que has encontrado algo y que un tal Osvaldo esta en medio - Dije lo suficientemente alto como para que se escuchara en toda la habitación y acto seguido puse el manos libres.
- Si, ¿Como mierdas lo has sabido? va da igual ... si, Osvaldo es parte de la Guardia civil especializada en trafico de armas y hacia tiempo que les seguían la pista y ha tenido la amabilidad de cederme la dirección del zulo donde se alojan los rehenes, dicen que es el único del que ahora mismo no se pueden hacer cargo. Dicen, que han de esperar a no se que cuerpo de asalto. - dijo Angel en un tono neutro y algo decepcionado .
- Buen trabajo Angel, dile que de los rehenes ya me ocupo yo. Pero debes hacerme otro favor antes de acabar con esto, envíale esa información al mail que te enviaré. Ya están esperando - dije mirando a Alejando con la una gran sonrisa en la cara mientras daba una calada larga al cigarrillo aun encendido y con el cual ya me había quemado dos veces en todo este teatro.
Alejandro perdió la cordura, sabia que todo le relacionaba, empezó a correr pero no llegó muy lejos. Gisela le sorprendió con un carpetazo nada mas salir por la puerta de la sala de reuniones, lo cual facilito mi captura.
- Nice Shoot, Madam - le dije a Gisela guiñándole el ojo y dándole una tarjeta con mi numero de telefono. - Llámame cuando quieras. - le dije viendo que me seguía la broma, oportunidades así no se daban cada día. Tenia que aprovechar.
7:45 p.m RandomBar Barcelona
Todo había salido bien, Isaac liberó a los rehenes y cobro su parte de los "agradecimientos", Angel pudo obtener beneficios de su trato conmigo y allí estábamos Jonás, Isaac, Angel, Laura y yo entre cervezas y chistes. Mi smartphone empezó a sonar. La melodía de Castle empezó a sonar en el Bar y llamo la atención de mis compañeros, los cuales, empezaron a hacer bromas sobre la llamada.
- ¿Gisela? ¿Como estamos guapísima? - dije con una sonrisa de oreja a oreja.
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